Sóc català i fa 15 anys que  visc a Madrid. Dels meus tres fills 2 són catalans i 1 es madrileny. A casa parlem el català i som del Barça. Els meus millors amics són de Madrid, Orense i de Barcelona. Em sento orgullós de ser espanyol, i pertanyi a un país meravellós, en una Europa que és un exemple de progrés, tradició i valors democràtics i socials. No crec en cap tipus d’extremisme ni independentisme, crec en la unitat del ser humà per un món millor, en la equitat i la justicia. Desitjo pels meus fills una Espanya on es respecti la llengua catalana, la seva cultura i les seves costums, així com una Catalunya que estimi als resta d’espanyols tant com jo ho faig, i sumen esforços tots plegats per un futur millor, que tan necessitarem amb els gran reptes de revolució digital i tecnológica que ens venen.

El siglo XXI nos enfrentaremos a grandísimos retos que a diferencia de otros problemas históricos sucederán muy rápido.  Aún no sabemos cuántos puestos de trabajo serán sustituidos por robots ni cuanto subirá el nivel de los océanos como consecuencia del cambio climático. Lo que si sabemos es que ninguno de estos retos se pueden afrontar desde grupos pequeños excluyentes sino que la humanidad tendrá que sumar esfuerzos para combatirlos de forma eficaz. Los populismos y los movimientos separatistas no hacen más que distraer a la gente de los verdaderos problemas.  Por eso me uno a Juntos Sumamos, una iniciativa que quiere poner en valor la comunidad amplia de ciudadanos frente a la exclusión y la lucha de unos contra otros. No podemos perder tiempo. Es ahora cuando es fundamental actuar para dejar a nuestras futuras generaciones un mundo mejor.

Creo que hoy, tanto en España como en el resto mundo, es preciso sumar, y no restar; juntar, y no separar; construir, y no romper.  Tender puentes en vez de construir murallas.   Y de eso precisamente es de lo que se trata Juntos Sumamos.

Me cuesta pensar que no puedo compartir un espacio político con comunidades como Aragón con la que llevamos 900 años haciéndolo o con la tierra de mis abuelos (La Rioja y Navarra). Entiendo el redefinir relaciones, pero no el romperlas.
Me gusta ser parte de una realidad mayor, más amplia donde podamos defender los valores ciudadanos que compartimos.
Va contra mi filosofía política el romper: redefinir relaciones,… de acuerdo. Romper relaciones y separase en dos,… no.
Me gusta JS porque es un proyecto donde puedo compartir lo que nos une y lo más importante, lo que nos separa. Y compartir las diferencias nos enriquece y nos hace más libres.
Soy nieto de catalán, madrileña, riojano y salamantina. Y yo soy catalán. Nunca he tenido problema de tener identidades compartidas. Al contrario, me gusta.

En tiempos en que  triunfa la postverdad, en que se intentan canalizar los legítimos anhelos de un mundo mejor por la senda del enfrentamiento y la división, resultan fundamentales iniciativas como la de Juntos Sumamos, que trata de poner en valor millones de historias como la mía. Personas que hemos pasado la infancia en una parte de España (Andalucía en mi caso), la juventud en otra (Valencia, de donde es mi familia) la vida adulta en otra diferente (a caballo entre Madrid y la ciudad en la que muy felizmente vivo desde hace más de 10 años, en la que ha nacido mi hija y en la que me gustaría seguir viviendo muchos más, Barcelona), y temporadas en el extranjero. Personas que allá donde hemos estado nos hemos encontrado con gente con diferentes raíces pero abierta, luchadora, conscientes siempre de tener mucho pasado y todavía más futuro en común, y que han acabado siendo y son, amigos. Y por eso me duele profundamente el ver cómo, frente a esta innegable realidad, día a día se intenta manipular a la gente hablando de robos, menosprecios y pasados imaginarios que sólo existen en la mente de los que tratan de aprovechar esas historias en su propio beneficio.